Prensa

    A solas (Crítica Diario de Sevilla)
 

   Crítica
Femmes, femmes
ALFONSO CRESPO | ACTUALIZADO 10.03.2013 - 05:00

La imagen para cerrar el Día internacional de la Mujer: la camaleónica Pilar Crespo en plan one-woman-show cercada por dos tenderetes atestados de calzoncillos abanderado. Pesadillesco campo de concentración. La ausencia del hombre, reducido aquí a sinécdoque color blanco-crema, es el motor de este vodevil femenino y feminista que celebra el derecho de la mujer a realizarse en singular al tiempo que lo encarna en la única actriz sobre el escenario. Así y a solas, ella será un poco todas las mujeres, emprendiendo una travesía cómica multiplicada por cuatro desde la dependencia sentimental hasta la ruptura de ataduras con el hombre galán, adulador, egocéntrico y, además, ladrón. 

Asunto de mujeres entonces -de modelos femeninos a los que iguala la masculinidad en fuga-, en A solas Pilar es sargento, esposa pija e infiel, chica atolondrada y de inocencia salvaje, y doméstica con deseos carnales y maternales así como línea directa con la Virgen, para ella "la Charo". Y todo ello en menos de una hora. Sin elevadas pretensiones y evitando los recodos sentimentales, Pilar ejercita aquí su evidente vis cómica, comprobando su flexibilidad, su potencial de transformación. Todo habría sido más fácil para ella con un micrófono en la mano y dentro de las comodidades del formato stand-up comedy, pero, aunque aquí también se trate de monólogos concatenados, es la interpretación lo que corre por sus venas. Así, expuesta y de menos a más, Pilar fue paulatinamente haciendo reír al patio de butacas, muchas veces más con las contorsiones del cuerpo, la gestualidad y el registro de voces que con el texto, lo que no debe ser considerado sino como una buena noticia. Pues si algo quedó de manifiesto durante el espectáculo es que la actriz está lista para empresas más exigentes y disciplinadas, donde no se juegue tan sobre seguro y sea más complicado mirar al público a los ojos.
 
 
 
    A solas (El Correo de Andalucía) 
 

   Crítica
Divertimento comprometido
Dolores Guerrero,  Actualizado 11/03/2013 22:26

Una dramaturgia que nace como fruto de un trabajo colectivo de investigación en clave de género. Es el punto de partida de esta obra, una comedia ligera de pequeño formato que  reflexiona sobre la dimensión emocional de la mujer contemporánea.

Para ello Pilar Crespo asume la interpretación de cuatro mujeres que perfilan cuatro máscaras urbanas diferentes: un ama de casa despreocupada y frívola, una artista tímida, retraída, inocente y friqui; una limpiadora surrealista, repleta de vitalidad y desparpajo, y una peculiar sargento que asume la función de maestra de ceremonias. Todas ellas tienen en común la soledad y una desesperada necesidad de sentirse amadas y deseadas por Antonio, el personaje masculino cuya desaparición, tras el robo de un banco, da pie al desarrollo de la historia que llevará a estas cuatro mujeres al terreno del desengaño primero, y de la independencia después.

Así, bajo la excusa de ser interrogadas por la sargento Montoya, quien lleva a cabo una investigación para atrapar al ladrón huido, los personajes irán desgranando con sendos monólogos sus miedos, frustraciones y deseos, mientras se definen como seres vulnerables y sensibles que evolucionan hasta ser capaces de tomar las riendas de su vida. Lástima que dicha evolución no acabe de estar justificada y que el discurso resulte un tanto simple y manido.  No obstante, por fortuna, Eva Rodríguez con su puesta en escena y Pilar Crespo con su interpretación nos demuestran un auténtico dominio de las claves de la comedia contemporánea, desplegando toda una gama de recursos cómicos que, a tenor por las risas que invadieron continuamente el espacio, hicieron las delicias del público, compuesto fundametalmente por mujeres.



A solas (Entrevista Revista Sevilla DC)

 
 
 
macbetH (Festival de Teatro Clásico de Almagro)

macbetH (Diario 20 minutos. Sevilla)

macbetH (Diario de Sevilla)


macbetH (Diario de Alcalá de Henares)