Espectáculos

"A solas"
Antonio, empleado de una sucursal bancaria sevillana, ha desaparecido misteriosamente, justo el día en que se ha producido un robo en el banco.
Las tres mujeres de su entorno más cercano son interrogadas:
su esposa (Agustina), su cuñada (Carmelita) y Paqui (la señora de la limpieza).
Una cuarta mujer, la Sargento Montoya, asume el mando de la misión: "A solas".
Cuatro mujeres cuyas vidas giran alrededor de un solo hombre: Antonio.
Paqui, Agustina y la acordeonista Carmelita darán su propia versión de los hechos en esta alocada investigación dirigida por la Sargento Montoya.
¿Dónde está Antonio?
Ese es el misterio que la sargento Montoya debe resolver…
Pero hay otra pregunta:
¿podemos vivir sin “Antonio”?

 


"Prometeo"
Un boxeador que durante el combate empieza a perder la memoria, voces que le rodean, una mujer, el speaker, y la música de Mozart.
Durante el brutal intercambio de golpes nos adentramos en un viaje entre el caos y la lucidez extrema, entre la violencia y la poesía, la ambigüedad del placer y el dolor, el humor y el aliento cercano de la muerte, tras cada golpe.
El boxeador, como el Prometeo de nuestro tiempo, ofreciéndose a nuestra vista y aceptando, para nuestra diversión, exponer su cuerpo a la tortura de la violencia y al sacrificio del KO, un sacrificio estéril, repetido una y otra vez sobre el ring de nuestra sociedad del espectáculo.
Pero en este combate el boxeador se interrogará, nos interrogará, mientras pelea a muerte contra él mismo, contra todos nosotros, por recuperar su identidad, la nuestra, antes de recibir el último y definitivo golpe.




"Cumpleaños Aníbal"
La desastrosa empresa “Cumpleaños Aníbal” recibe el encargo de un enigmático cliente japonés para organizar un cumpleaños en un teatro. Aníbal decide contratar a una nueva chica, Matilda, para que se encargue del catering del evento. Pero, durante el cumpleaños, empiezan a suceder cosas muy extrañas…






"macbetH"
Tres niñas juegan a la rayuela. Un hombre, amordazado, lucha por quitarse un raído vestido de novia. Extraños ruidos metálicos. Empieza a sonar furiosamente una batería mientras el amordazado escupe sus palabras al micro: “me llamo Macbeth, empiezo a estar harto del sol, que venga la destrucción…”.Son imágenes de nuestro espectáculo, una versión del texto de Shakespeare donde Macbeth, a punto de morir, recuerda su propia historia y a los personajes que le acompañaron en su pesadilla nocturna. Y lo hace como cuentan las historias los idiotas, desde el ruido y la furia, salpicado con el sentido del humor que el texto esconde.
Nos sumergimos así entre los jirones de su recuerdo, donde Lady Macbeth se desdobla en rostros distintos, el latido de la sangre es un violento golpe de batería y los fantasmas de sus crímenes tienen siempre las caras de esas tres extrañas niñas que le vaticinaron que sería rey.
Y tal vez desde esta puesta en escena podamos descubrir que la fascinante relación Hombre-Hembra que Shakespeare planteó hace cinco siglos se parece sorprendentemente a la nuestra, hoy. La dependencia, el fetichismo, la frustración sexual, la posesión que genera violencia, la confusión de los roles macho/hembra. Todos estos elementos se encuentran en esta extraordinaria pareja desde la cual podremos extraer el mensaje que Shakespeare dejó sembrado entre las líneas de su obra maestra.